Espacios curriculares y perfil académico
Rupturas y continuidades entre el Instituto Tecnológico del Sur
y la Universidad Nacional del Sur (1945-1966)
Curricular spaces and academic profile
Ruptures and continuities between the Instituto Tecnológico del Sur
and the Universidad Nacional del Sur (1945-1966)
Fernanda Andrea Soca | ORCID: orcid.org/0000-0003-1432-4762
socafernanda@gmail.com
CONICET
Mariana Eva Di Bello | ORCID: orcid.org/0000-0002-1128-7006
mariana.di.bello@unq.edu.ar
CONICET
Argentina
Recibido: 07/10/2020
Aprobado: 22/12/2020
Resumen
El presente trabajo se propone indagar en los cambios y continuidades en materia de espacios curriculares, temas y áreas de investigación entre el Instituto Tecnológico del Sur (ITS) y la Universidad Nacional del Sur (UNS) en el marco de un contexto político que abarca los dos primeros mandatos peronistas y el periodo que se inicia en 1955 con el gobierno de facto autodenominado Revolución Libertadora y culmina con el Golpe de Estado liderado por Juan Carlos Onganía en 1966. El análisis sugiere que los cambios evidenciados en las áreas de Economía e Ingeniería Química se deben más a un proceso paulatino de modernización de la actividad académica que a una ruptura asociada a la coyuntura política. Asimismo, se evidencia que en el establecimiento de las primeras líneas y grupos de investigación convivieron distintos fundamentos y propósitos que van desde un alineamiento con las demandas del gobierno nacional hasta la orientación hacia los problemas socio productivos de la región, pasando por las capacidades y trayectorias previas de su cuerpo académico y la inercia institucional.
Palabras clave: Universidad, Continuidades y Rupturas, Diseño Institucional, Líneas de Investigación.
Abstract
This work aims to investigate ruptures and continuities in curricular spaces, topics and research areas between the Instituto Tecnológico del Sur (ITS) and the Universidad Nacional del Sur (UNS) within the framework of a political context that encompasses the first two peronist governments and the period that began with the military coup in 1955 self-styled Revolución Libertadora and culminated in the coup led by Juan Carlos Onganía in 1966.
The analysis suggests that the changes in the areas of economics and chemical engineering are due more to a gradual process of modernization of academic activity than to a rupture associated with the political situation. It is also evident that in the establishment of the first lines and research groups coexisted different foundations and purposes ranging from an alignment with the demands of the national government to the orientation towards the socio-product problems of the region, through the previous capacities and trajectories of its academic body and institutional inertia.
Key words: University, Continuities and Ruptures, Institutional Desing, Research Lines.
Introducción
El presente trabajo1 se propone indagar en los cambios y continuidades en materia de espacios curriculares, temas y áreas de investigación entre el Instituto Tecnológico del Sur (ITS) y la Universidad Nacional del Sur (UNS) en el marco de un contexto político que abarca los dos primeros mandatos de Juan Domingo Perón como presidente (1946-1955) y el periodo que se inicia en 1955 con el golpe de Estado y la instauración de la autodenominada Revolución Libertadora y culmina con el Golpe de Estado liderado por Juan Carlos Onganía en 19662. El ITS (1948-1956) fue la primera institución de educación superior que funcionó en la ciudad de Bahía Blanca3. Sobre la base de su estructura edilicia y planta docente se creó en 1956 la UNS.
La historiografía que ha analizado la historia de las universidades argentinas ha mostrado a este período como un punto de inflexión en relación a la concepción de la Universidad, su sistema de gobierno y sus misiones (Buchbinder, 2010; Sarlo, 2001; Orbe, 2008; Krotsch, 2009; Suasnábar, 2004). Especialmente, se ha señalado al período 1955-1966 como el escenario donde se generó una actividad programática (al menos en algunas áreas de ciertas universidades nacionales muy gravitantes) orientada hacia la consolidación de la carrera académica y la modernización de las estructuras para favorecer la actividad de investigación (Prego, 2010; Albornoz, Estébanez y Luchilo, 2004).
Como señala Orbe (2008), la UNS se constituyó sobre el mito de origen de una universidad moldeada a la luz de los principios reformistas y contrarios al gobierno peronista que se elevaron a partir de 1955 de la mano de un grupo de científicos e intelectuales que estuvieron al frente de los procesos de normalización de las universidades nacionales. Si bien la UNS no fue ajena al proceso de desperonización que se llevó adelante desde mediados de los años 1950 (Orbe, 2008) resulta interesante indagar sobre el alcance, en términos de espacios curriculares y áreas de investigación, de los cambios ocurridos con la creación de la UNS respecto de su inmediato antecedente institucional: el ITS.
El trabajo pretende aportar a los estudios sobre procesos de institucionalización de áreas de conocimiento en el marco de casas de altos estudios a partir de una universidad que no ha sido profusamente estudiada en ese aspecto hasta el momento. El objetivo es identificar diferentes lógicas que tuvieron lugar en los procesos de generación de espacios curriculares y líneas de investigación en la UNS (orientados a resolver demandas socio productivas regionales, motivados por criterios disciplinares, etc.) así como su relación de continuidad o cambio con la primera institución de educación superior de Bahía Blanca: el ITS.
El trabajo forma parte de una investigación más amplia sobre las modalidades de relación de las universidades con sus entornos de influencia. Para su realización se utilizaron fuentes primarias como resoluciones, normativas y declaraciones de funcionarios universitarios así como todos los números de la revista Técnica y Economía y los primeros cinco volúmenes de la revista Estudios Económicos y fuentes secundarias proporcionadas por la historiografía que ha estudiado la trayectoria del ITS, la UNS y el contexto político nacional del periodo 1945-1966.
En primer lugar se presenta el diseño institucional y los primeros temas de investigación que tuvieron lugar en el ITS a partir de relevar su órgano de publicación: la revista Técnica y Economía. Luego se describe la conformación de los primeros institutos de investigación de la UNS (con especial énfasis en las áreas de Economía y Química) y se identifican las diferentes motivaciones y criterios que confluyeron en ese proceso. El análisis de las fuentes primarias y secundarias sugiere que los cambios en las áreas de investigación de la UNS que registran antecedentes en el ITS, respondieron más a un proceso paulatino de modernización de la actividad académica que a una ruptura asociada a la coyuntura política. Asimismo, se evidencia que en el establecimiento de las primeras líneas y grupos de investigación convivieron distintos fundamentos y propósitos que van desde un alineamiento con las demandas del gobierno nacional hasta la orientación hacia los problemas socio productivos de la región, pasando por las capacidades y trayectorias previas de su cuerpo académico y la inercia institucional.
El Instituto Tecnológico del Sur
Durante el primer gobierno peronista (1946-1952) las iniciativas parlamentarias destinadas a crear una institución de Educación Superior en la ciudad de Bahía Blanca resurgieron luego de algunos intentos frustrados4. La iniciativa que finalmente se concretó fue la presentada por el diputado provincial bahiense, Miguel López Francés5.
El 9 de octubre de 1946 se aprobó la Ley Provincial Nº 5051 por la cual se creó el Instituto Tecnológico del Sur (ITS), cuyo objetivo principal consistía en propender a la investigación científica y a la formación profesional y técnica contemplando sustancialmente las necesidades del pueblo argentino y de la Zona Sur en particular, sobre todo en su aspecto económico-social (Weinberg, 1982:138-139). La propuesta académica inicial del ITS comprendía las carreras de Ingeniería Química, Química Industrial y Contador Público. En 1950 el ITS fue anexado a la UNLP, lo que le permitió expedir títulos oficiales de carácter nacional.
Como apunta Marcilece, no fue casual que la creación del ITS tuviera lugar en los años del primer peronismo, ya que en ese momento un sector de la dirigencia política local perteneciente a ese partido ocupó importantes puestos en el gobierno provincial (2006:71). La cita se refiere a Miguel López Francés, un abogado bahiense que fue electo diputado provincial en 1946 y luego designado al frente del Ministerio de Hacienda provincial y a Julio César Avanza quien ocupó el cargo de comisionado municipal en Bahía Blanca durante 1946 para también pasar luego a formar parte de la cartera provincial de Hacienda y posteriormente, en 1949, quedar al frente de Educación. Ambos dirigentes se habían integrado a las filas del peronismo desde su militancia forjista6 y formaban parte del círculo más cercano al entonces Gobernador Domingo Mercante7, algo que luego impactará en la trayectoria del ITS (Marcilece, 2011).
La orientación técnica y científica del ITS se condice con el proyecto industrializador promovido desde el gobierno nacional en el marco del Primer Plan Quinquenal. En este sentido, el diseño institucional del ITS muestra una continuidad con las ideas previas al peronismo –expresadas en los anteriores proyectos de creación de una universidad en Bahía Blanca8, relativas a la necesidad de promover el saber técnico científico como base para la planificación burocrática estatal y la provisión de recursos humanos en sectores estratégicos de la economía (Feld, 2015; Plotkin y Zimmermann, 2012). No obstante, la actividad económica de la ciudad de Bahía Blanca en esa época estaba basada centralmente en actividades de servicios mercantiles y financieros de modo que la percepción de la necesidad de formación de profesionales técnicos para la industria correspondía más a un ideario de política económica nacional que una necesidad o demanda real de la región (Marcilece, 2006).
En 1951 se sumó a la oferta académica la Escuela de Profesorado, que comprendía las especialidades de Electromecánica, Ciencias Físico-Matemáticas, Química, Mineralogía y Geología y Letras, lo que modificó en parte la tendencia técnica científica que hasta entonces predominaba en la institución. Por otro lado, las facilidades que brindaban al estudiantado las autoridades del Instituto (becas y residencias estudiantiles) y la suspensión de los aranceles universitarios provocaron un notable aumento de la matrícula, que pasó de 269 alumnos en 1948 a 1.234 en 1951 (Orbe, 2008). Si bien la comunidad universitaria argentina (y el movimiento estudiantil en particular- mantuvieron una relación conflictiva con el gobierno peronista debido a cuestiones ideológicas y a la política de educación superior expresada en la ley Nº 13.031 sancionada en 19479); (Mangone y Warley, 1984; Buchbinder, 2010; Pis Diez, 2012); en el caso del ITS la relación del estudiantado con el claustro docente –formado en gran medida por profesores extranjeros- así como con el gobierno de la institución no fue altamente conflictiva (Marcilece, 2006). A esto contribuyó que las autoridades no requirieron una adhesión explícita de la comunidad académica al régimen de gobierno, algo que cesó con el cambio de mando en el gobierno provincial y el desplazamiento de las autoridades del ITS en 1952 (Marcilece, 2006).
La diversificación de la oferta educativa, entendida como una desviación de los fines originales del Instituto, fue un argumento utilizado para justificar la intervención del ITS en el año 1952 mediante el decreto PEN Nº 9.97610. Sin embargo, la intervención habría tenido menos que ver con discrepancias de tipo pedagógicas que con enfrentamientos políticos con la figura de Mercante. En efecto, una vez asumido el nuevo gobernador Carlos Aloé en 1952 muchos dirigentes ligados al gobierno de Mercante fueron perseguidos (entre ellos, López Francés y Avanza, que terminaron encarcelados) y su gestión al frente de la provincia (incluido el ITS) revisada o reformulada (Marcilece, 2011; Orbe, 2008; Nápoli, 2017). De acuerdo con Nápoli (2017) la movilización de ciudadanos bahienses y de los estudiantes universitarios (que iniciaron una huelga como expresión de protesta) en contra del hipotético cierre del ITS o su degradación a un instituto politécnico sin capacidad de expedir títulos nacionales, fue clave para que la dirigencia peronista local11 adhiriera al pedido y mediara ante las autoridades nacionales para peticionar en contra de su intervención y a favor de su jerarquización al estatus de universidad nacional. El conflicto cesó a finales del año 1952 cuando las autoridades nacionales aseguraron que los títulos seguirían siendo expedidos por alguna universidad nacional (Universidad Nacional de La Plata -UNLP- o Universidad de Buenos Aires -UBA-). Finalmente, en 1954 el ITS se normaliza y la UNLP vuelve a fiscalizar y expedir los títulos para los egresados del Instituto (Nápoli, 2017).
En relación a la función de investigación, el ITS desarrolló actividades incipientes en el área de Química Aplicada y Economía a partir de la experiencia previa de sus docentes que fueron registrados en la primera y única publicación académica de la institución, la revista Técnica y Economía (publicada entre 1949 y 1952). Dicha revista fue asimismo la primera publicación con estatus científico de la ciudad. Fue creada para difundir
la labor que desarrollan sus profesores e investigadores, las colaboraciones solicitadas expresamente a universitarios u hombres de ciencia argentinos o extranjeros que se hubieran destacado en los estudios de alguna de las diferentes asignaturas que componen los planes de las carreras que en aquel se cursan; como así también los trabajos efectuados por auxiliares docentes o por alumnos, que fueren de interés científico. (Weinberg, 1982:172-173)
La edición de esta publicación quedó a cargo de una comisión presidida por el Director del Departamento de Cultura del ITS, el Dr. Antonio Tridente12. En consonancia con la publicación de la revista, 1950 se creó el Instituto de Economía Regional para centralizar y materializar el compromiso del ITS con la producción y desarrollo económico poniendo a disposición del entorno productivo los elementos técnicos, investigaciones, estudios, así como la colaboración de sus Escuelas y personal docente (Weinberg, 1982:181).
Al analizar los artículos de los doce números de la revista se puede apreciar que un grupo numeroso, concentrado en las primeras ediciones13, estuvo orientado al estudio de la composición química de diversos elementos como el cobalto, aluminio, berilio, nitrógeno, antimonio y magnesio. Los análisis y ensayos que dieron lugar a estos trabajos fueron realizados en los laboratorios del ITS y estuvieron dirigidos por Manuel Carranza Marquez14, un ingeniero químico de procedencia peruana que estaba contratado para el dictado de la materia Química Analítica. Otros artículos abordaron problemas relativos a la Ingeniería Civil y Mecánica, Matemática (en Geometría y Álgebra principalmente) y Contabilidad, estos últimos centrándose especialmente en cuestiones relativas al sistema impositivo y la estructura de costos.
A medida que avanzan las ediciones de la revista15 los artículos de carácter técnico e ingenieril dan paso a otros centrados principalmente en cuestiones económicas - problemas de la economía mundial, análisis de ciclos económicos, la renta y el producto nacional, los problemas del ahorro y la inversión- y a aquellos que conjugan la economía con las relaciones internacionales, el derecho, la demografía y el desarrollo. Tres artículos de Miguel López Francés de índole económica y orientación keynesiana fueron publicados asimismo en la revista: La competencia imperfecta y el intervencionismo del Estado, Los problemas relativos al ciclo y La política financiera y el ciclo económico16.
La orientación hacia el entorno de los trabajos publicados se acentuó en las últimas ediciones de la revista17 con la publicación de los artículos Bahía Blanca y su zona de influencia, Base para la planificación industrial de Bahía Blanca, Las asociaciones halófilas del partido de Bahía Blanca, ¿Son inagotables las aguas termales surgentes de Bahía Blanca? y Geofísica del subsuelo, en el cual se hace referencia a la aplicación de métodos geofísicos por parte de Yacimiento Petrolíferos Fiscales (YPF) para establecer las posibilidades petrolíferas en la región del sudoeste bonaerense.
Aunque incipientes, las investigaciones publicadas en la revista Técnica y Economía constituyeron los primeros pasos en la trayectoria de dos de las áreas con mayor desarrollo en lo que luego sería la UNS como la Química y las Ciencias Económicas.
La creación de la UNS
El ideario de una universidad regional y de investigación
Con el derrocamiento del gobierno de Juan Domingo Perón en septiembre 1955 se inició el proceso de desperonización de las universidades nacionales. El gobierno de facto que se instauró en 1955 contó con el apoyo masivo de católicos y reformistas universitarios y secundarios, quienes se disputaron el perfil de la agenda educativa nacional de la dictadura (Califa, 2009). En sus comienzos el gobierno militar procuró sostenerse en una alianza relativamente amplia: si bien el Ministerio de Educación fue entregado a los sectores católicos, en las universidades nacionales reconoció como interlocutor al movimiento estudiantil reformista de tradición laicista y de izquierda (Buchbinder, 2010).
En septiembre de ese año, el Comando Naval de Bahía Blanca designó como interventor interino del ITS al profesor Pedro González Prieto18 y se convirtió a la institución en una entidad descentralizada hasta que se le concediera categoría universitaria. El ministro de Educación, Atilio Dell Oro Maini, envió a Bahía Blanca una comisión para estudiar el ordenamiento legal definitivo del Instituto constituida por Vicente Fatone, Benjamín Villegas Basavilbaso, Eduardo Braun Menéndez, Ezequiel Martínez Estrada y Manuel Villada Achával (Cernadas de Bulnes, 2006). Con el decreto-ley Nº 6.403 del 23 de diciembre de 1955, el gobierno militar estableció las pautas de reestructuración de las universidades nacionales y restableció transitoriamente la vigencia de la Ley Avellaneda, al derogar las leyes peronistas Nº 13.031/47 y Nº 14.297/54 por considerar que cercenaban la autonomía universitaria. Por la misma normativa, establecía que, hasta que las universidades no eligieran a sus propias autoridades, los interventores y los delegados interventores nombrados por el Poder Ejecutivo detentarían las facultades que los respectivos estatutos les conferían a los rectores y Consejos Superiores, y a los decanos y Consejos Directivos respectivamente, a fin de iniciar la obra de “reconstrucción” exigida por el nuevo régimen (Orbe, 2008).
La creación de la UNS tuvo lugar el 5 de enero de 1956, sobre la base del ITS. Según lo establece el artículo 2 del Decreto-Ley Nº 154/56: La Universidad Nacional del Sur tiene por fin la investigación científica y la formación profesional en el ámbito de las disciplinas técnico, económico y humanista relacionadas con los problemas del sur argentino (Weinberg, 1982:204). Vicente Fatone fue nombrado rector interventor. Filósofo de formación y con experiencia como profesor en la UNL y la UNLP, Fatone había sido parte de los intelectuales contrarios al régimen peronista nucleados en el Colegio Libre de Estudios Superiores (CLES), en cuyo órgano editorial denominado Cursos y Conferencias publicó varios artículos académicos19.
La UNS adoptó un régimen cuatrimestral y una novedosa estructura departamental, que reflejaba la idea de promover un régimen de investigación antes que islas de conocimiento enciclopédico asociadas a la figura de la cátedra20. Los departamentos de Contabilidad, Economía, Física, Geología y Geografía, Humanidades, Ingeniería, Matemática y Química conformaron la estructura inicial de la UNS. Posteriormente, se crearon los Institutos de Edafología e Hidrología, Ingeniería y Matemática y el Departamento Agrozootécnico. Como señala Prego (2010) para el caso de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA en el periodo 1955-1966:
el proyecto de departamentalización de la Universidad, entendido como vehículo de reconstitución de la actividad académica alternativo a la cátedra tradicional [...] representa uno de los elementos más radicales del ideario de reorganización institucional, en cuanto portador de una nueva idea de Universidad, donde la función heredada de formación profesional se articula con una visión más orgánica de la institución como “centro de investigación científica”. (p. 157)
Dicho ideario permeó el proceso de diseño institucional de la UNS, principalmente a partir de la figura de Fatone que era parte del grupo de reformistas contrarios al régimen peronista y que compartían ciertos ejes programáticos para la profesionalización de la actividad científica dentro de las universidades.
Sin embargo, la adopción de la estructura departamental no se debió solamente a la concreción del ideario reformista para la promoción y modernización de la carrera académica, sino a un problema estructural de falta de recursos. Tanto para el período de vigencia del ITS como en los primeros años de funcionamiento de la UNS, la escasez de recursos humanos para las tareas de docencia e investigación constituyó un problema significativo que paulatinamente se fue cubriendo en gran medida con la incorporación de profesores extranjeros, principalmente provenientes de Europa del Este (Cernadas de Bulnes, 2006). La falta de profesores locales para el dictado de ciertas asignaturas, resultó en la institución de la figura del profesor viajero, oriundo principalmente de La Plata y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. En este marco, la estructura departamental que adoptó la UNS se fundamentó en parte en que constituyó un régimen más económico en lo que refiere al dictado de las asignaturas, a diferencia de la organización por Facultades en donde tiene lugar una multiplicación de cátedras.
En el caso de las autoridades de la UNS, la voluntad de diseñar una universidad de investigación convivió con la idea de generar una universidad regional21, algo que presenta una línea de continuidad con el ideario del ITS, aunque resignificada a la luz de los principios del reformismo que sostenía el grupo de interventores nombrados a partir de 1955. Según Rovelli (2011), la creación de la UNS y la Universidad Nacional del Nordeste, estuvo asociada a los sectores académico-reformistas que habían logrado articular un proyecto universitario renovador, principalmente en las facultades de Ciencias Exactas y de Filosofía y Letras de la UBA, así como en la UNLP. En este marco, proyectaron un modelo universitario centrado en la idea de universidad regional para la zona sur de la Provincia de Buenos Aires y para el noroeste del país. La creación de estas universidades se entiende en la necesidad de descentralizar la educación superior universitaria y las posibilidades de articulación con el medio local que las mismas pueden proveer. En un sentido similar, Pérez Lindo (1985) ha señalado que la UNS puede ser clasificada, en términos ideales, bajo la tipología de un modelo de institución de educación superior como agente de desarrollo (Pérez Lindo, 1985:27).
El sector identificado como reformista y renovador prestó especial importancia a la investigación científica para el estudio de la realidad en la que se encuentra inserta la universidad y la formación de los profesionales que el medio requiere. Frente a una actitud de aislamiento, simbolizada por la torre de marfil, o de militancia plena, se entendía que la universidad debía adoptar un perfil autónomo pero con responsabilidad social, caracterizada por proveer a la sociedad lo que necesite para su progreso, enriquecimiento y elevación material y espiritual (Frondizi, 1956, citado en Sarlo, 2001:232).
La idea según la cual la universidad debía proveer recursos humanos calificados para cubrir las necesidades sociales y productivas de la región es una constante desde los primeros proyectos de creación de la UNS hasta su efectiva concreción a mediados de la década de 1950 (ver nota al pie Nº 8). No obstante, en relación a las actividades de investigación, una vez creada la UNS la original orientación que se le pretendía dar en los primeros proyectos hacia el conocimiento aplicado parece relativizarse durante la gestión de Fatone (1956- 1957). Ciertamente, en los inicios de la UNS se promovió la creación de institutos de investigación orientados a la especulación pura, si bien en la normativa se establece que se dará preferencia a aquellos institutos que permitan solucionar los problemas específicos de la región. Al respecto se define que:
2º.- Los Institutos de Investigación que formará la Universidad propenderán tanto al estudio de los problemas sociales, económicos, técnicos y profesionales propios de la región que está obligada a servir en primer término, como a la especulación pura en aquellos aspectos en los que, por la jerarquía y capacidad de los investigadores puedan efectuarse aportaciones originales.
3º.- La creación de cada instituto se llevará a cabo cuando se cuente con los medios materiales y con la participación de investigadores que garanticen una acción fructífera, dándose preferencia a aquellos planes de trabajo que tiendan a la solución de problemas específicos de la región (Weinberg, 1982:226).
Primeros institutos y líneas de investigación
Entre febrero de 1956 y marzo de 1957, bajo la gestión de Fatone, se crearon los institutos de Humanidades, Economía, Edafología e Hidrología, Matemática, Ingeniería, Oceanográfico y el Departamento Agrozootécnico. Posteriormente, la Planta Piloto de Ingeniería Química (PLAPIQUI) tuvo su origen a principios de 1960 como un Área del Departamento de Química e Ingeniería Química. Como se señaló, la gestión de Fatone se caracterizó por una impronta reformista que su figura representaba. Sin embargo, cuando se analiza el diseño curricular y el establecimiento de las primeras líneas y grupos de investigación de la UNS, se advierte que no existen procesos homogéneos. Al contrario, convivieron distintas motivaciones y propósitos que van desde un alineamiento con las demandas del gobierno nacional hasta la orientación hacia los problemas socio productivos de la región, pasando por las capacidades y trayectorias previas de su cuerpo académico y la inercia institucional asentada en la continuidad con algunos aspectos del ITS.
El Departamento Agrozootécnico
y el Instituto de Edafología e Hidrología
Ubicados a mediados del siglo XX, una de las áreas de conocimiento que más relación tuvo con los problemas socioproductivos de la zona refiere a las Ciencias Agrícolas y Veterinarias. La temprana iniciativa de contar con estudios superiores en estas áreas se concretó finalmente con la creación del Departamento Agrozootécnico en 1956, rebautizado Departamento de Agronomía en 1962. En la creación de este departamento se contempló la demanda que distintos actores del entorno, tanto de la Provincia de Buenos Aires como de las Provincias de Rio Negro y La Pampa.
En la provincia de Rio Negro distintas organizaciones apoyadas por el gobierno provincial solicitaron en 1956 la creación de un instituto orientado a la formación en fruticultura y vitivinicultura dependiente de la UNS mientras que en la provincia de La Pampa entidades rurales, asociaciones de vecinos, ligas de estudiantes entre otros también apoyados por el gobierno provincial solicitaron la creación de un instituto en Agronomía y Veterinaria (Weinberg, 1982). En lo referido a la provincia de Buenos Aires municipios del sudoeste como Coronel Dorrego, Tornquist y Tres Arroyos requerían la formación en temas agrícola y ganaderos para sus jóvenes y ofrecían a la UNS en colaboración campos para llevar adelante las actividades formativas y de investigación (Weinberg, 1982).
Con la creación del Departamento Agrozootécnico las autoridades de la UNS se hicieron eco de esta demanda, del carácter regional de esta universidad y del apoyo recibido de parte de los habitantes de estas provincias y municipios en la creación de la Universidad. Al respecto, se menciona en la resolución de creación del Departamento:
la Universidad Nacional del Sur fue el producto de un sostenido empeño de los habitantes del Sur argentino, que le dieron de antemano su tono regional y fundamentaron sus peticiones de creación en la necesidad de erigir una casa de altos estudios con la autenticidad del servicio natural al medio [...] Da con ello satisfacción al intenso movimiento público de gran parte de la población de tres provincias argentinas y al alumnado, que en estos momentos egresa de los establecimientos secundarios consustanciado con el afán de sus mayores de mejorar técnicamente -con perfeccionamiento agrológico y zoológico- campos que hasta ahora se han cultivado con intuición, en base a experiencias duramente pagadas (Weinberg, 1982:258).
Por su parte, la creación del Instituto de Edafología e Hidrología recuperó el problema de la erosión del suelo de la región sureña al plantearse como misión orientar a quienes explotan los suelos en buenas y más eficientes prácticas. Desde este Instituto se esperaba promover un uso racional del saber técnico para una mejor explotación de la riqueza agrológica. Del mismo modo, se contemplaba producir conocimiento científico-técnico para una mejor orientación de las obras viales y una provisión adecuada de las aguas potables y de riego de las diversas zonas (Weinberg, 1982:231).
El Instituto Oceanográfico
En 1957 se creó el Instituto Oceanográfico y las carreras de Oceanografía Física y Biología Marina, en un contexto de expansión institucional de las ciencias marinas. Luego de la Segunda Guerra Mundial se acentuó a nivel global la dimensión estratégica de las investigaciones oceanográficas, que se inician originalmente en Argentina principalmente en el ámbito militar. Posteriormente se impulsó el desarrollo de las ciencias marinas en el ámbito civil, promoviendo que las universidades incluyan carreras en ciencias marinas y programas de investigación (García, 2016). El establecimiento de este campo del conocimiento no estaba en los proyectos originales de creación de la UNS, sino que responde a la demanda del Jefe del Estado Mayor Gral. Naval del Ministerio de Marina22. Se proyectó que el Instituto Oceanográfico de la UNS se oriente a la oceanografía física, la oceanografía biológica y la economía del mar, con temáticas específicas para cada línea de investigación identificadas desde su creación (Weinberg, 1982). No obstante este instituto no logró ponerse en funcionamiento.
Posteriormente, en 1969, sobre la base de este antecedente se creó el Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) mediante un convenio suscripto entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), la UNS y la Armada Argentina. Como reflejo de este interés político en la oceanografía, el CONICET en 1964 promovió la creación del Comité Nacional de Oceanografía con la finalidad de favorecer la coordinación de las investigaciones oceanográficas en el país y las de este en el orden internacional. En 1966 el CONICET creó el Instituto Nacional de Oceanografía con sede provisoria en la Ciudad de Buenos Aires para la realización de investigaciones en el campo de la oceanografía física mientras que por un convenio de cooperación entre la Armada Argentina y el CONICET se adquiere de Estados Unidos un buque de investigación. Estas iniciativas convergieron en la creación del IADO en Bahía Blanca, fundamentado en la presencia de la UNS y su ubicación costera. El presidente del CONICET, Bernardo Houssay designó al frente del IADO a Alberto Lonardi, un ex oficial naval que estaba trabajando en el Lamont-Doherty Geological Observatory de la Universidad de Columbia (Estados Unidos), quien contó con fondos del Banco de Desarrollo Interamericano, entre otros recursos (García, 2016).
El Departamento de Matemática
y el Laboratorio de Computadoras
Otro de los motivos que impulsaron los primeros núcleos de investigación en la UNS estuvo relacionado, por un lado, con la carencia de profesores locales y los esfuerzos orientados en atraerlos y, por otra parte, con la disponibilidad de docentes de universidades europeas que emigraron en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y profesores de universidades argentinas que debieron relocalizarse. Es el caso de la llegada de Jorge Santos al Departamento de Ingeniería y de Antonio Monteiro al Departamento de Matemática, cuya colaboración daría lugar a uno de los intentos de desarrollar computadoras en Argentina (Carnota y Rodriguez, 2012; Carnota y Rodriguez, 2015).
Antonio Monteiro se licenció en la Facultad de Ciencias Matemáticas de Lisboa en 1930 y realizó su doctorado en la Universidad de París, bajo la supervisión de Maurice Fréchet. Inspirado por su experiencia en Francia, impulsó a su regreso a Portugal diversas iniciativas orientadas a rediseñar la situación de la investigación matemática en su propio país (Ortiz, 2008:3) orientándola hacia criterios modernos23. Pero su negativa de jurar la nueva constitución (juramento obligatorio para alcanzar cualquier empleo público en aquél entonces en Portugal) implicó su exclusión de la vida universitaria oficial. Esta situación sumada al difícil contexto que se vivía durante la Segunda Guerra Mundial derivó en el exilio de Monteiro en Brasil (Ortiz, 2008). Motivado por presiones del gobierno portugués sobre el brasileño, Monteiro emigró nuevamente en 1950 esta vez a la Argentina donde, por intermedio del reconocido matemático Julio Rey Pastor, fue invitado a incorporarse a la Universidad Nacional de Cuyo. En el Departamento de Investigaciones Científicas (DIC) trabajó en problemas relativos a la lógica algebraica hasta que el DIC fue disuelto en 1955. Monteiro continuó recibiendo distintos ofrecimientos laborales y finalmente decidió incorporarse a la UNS donde Fatone lo había invitado a él y a Oscar Varsavsky a desarrollar tareas de investigación y a diseñar la Licenciatura en Matemática que había sido creada recientemente (Carnota y Rodriguez, 2012). Además de cargos de tiempo completo la universidad les ofrecía la posibilidad de diseñar desde cero estos espacios y dejar su impronta.
Por su parte, Jorge Santos era Ingeniero Industrial con orientación en Electrotécnica de la Facultad de Ingeniería de la UBA (FIUBA) y fue invitado por Fatone a integrarse a la UNS, luego de que no se le renovara su contrato en la UBA en 1953. Fatone conocía a Santos de la UBA y Santos, a su vez, conocía a Manuel Sadosky, con quien había trabajado en FIUBA y de quién había aprendido sobre el nuevo fenómeno de la computación. Al poco tiempo de su llegada a la UNS Santos conformó con un grupo de estudiantes y graduados jóvenes de ingeniería el Seminario de lógica y diseño de computadoras. Paralelamente, Santos conformó el Laboratorio de Computadoras dentro del Departamento de Ingeniería, desde donde estableció un vínculo de colaboración con Monteiro y solicitó la creación del Departamento de Electrotecnia como una unidad académica separada del Departamento de Ingeniería (Carnota y Rodriguez, 2015).
Santos llegó a la UNS con la pretensión de construir una computadora, en la convicción, que compartía con el grupo que estaba desarrollando la Computadora Electrónica de la FIUBA (CEFIBA) al que se hallaba ligado, de la necesidad de promover la independencia tecnológica como pilar del desarrollo económico y social del país. Existían en ese momento un conjunto de condiciones técnicas, académicas y políticas que tornaban factible este proyecto. Santos entusiasmó a Monteiro con sus ideas acerca de la construcción de una computadora pequeña y de bajo costo y Monteiro brindó su apoyo para el desarrollo del proyecto. En el momento en que el proyecto Computador Electrónico de la Universidad Nacional del Sur (CEUNS) fue concebido, el diseño, construcción y uso de computadoras era un terreno de matemáticos y electrónicos con funciones diferenciadas.
La Planta Piloto de Ingeniería Química
(PLAPIQUI)
Finalmente, el área de química, como se mencionó anteriormente, había surgido en Bahía Blanca en el marco del peronismo y su ideario industrializador. Las primeras investigaciones que tuvieron lugar en el ITS y que fueron publicadas en la revista Técnica y Economía corresponden al área de Química Analítica.
El PLAPIQUI surgió a principios de 1960 en torno a un grupo de graduados recientes y de estudiantes avanzados de la carrera de ingeniería química que percibían la falta de actualización que tenía su formación. En aquel momento el Departamento estaba dominado por químicos y las materias troncales de la carrera en ingeniería química24 se cubrían con profesores de otras asignaturas. Contar con especialistas en estas materias aparecía como una tarea difícil de concretar para una universidad nueva, alejada de la zona metropolitana y que prácticamente no contaba con una industria de procesos.
El impulso que en ese momento estaba recibiendo la industria química y petroquímica en Argentina incentivaba la percepción entre los pioneros del PLAPIQUI de que esta carrera tendría un elevado protagonismo. No obstante, tanto la estadía que hizo Enrique Rotstein25 en Estados Unidos como el viaje de estudio que realizó el grupo de estudiantes avanzados les permitieron constatar las diferencias en la forma en que se enseñaban los procesos químicos en esta universidad y en otras universidades del país26 y del exterior. Como ilustra Brignole (2015):
En esas excursiones descubrimos varios libros27 que tendrían una influencia permanente en nuestra formación [...] Estos libros tenían ya lectores en la Argentina porque el Dr. Jorge J. Ronco había comenzado a dictar cursos sobre estos temas en La Plata y en Buenos Aires. De nuestras visitas a universidades y librerías descubrimos que los procesos químicos se enseñaban a través de libros como los de J. Smith y O. Levenspiel y que el fundamento de las operaciones unitarias debía encontrarse en una adecuada aplicación de principios termodinámicos y de fenómenos de transporte. Esta era una realidad totalmente diferente a la que teníamos en nuestra universidad y soñábamos con poder incorporar esta literatura a la formación de nuestros ingenieros químicos. (p. 19 y 20)
Motivados por mejorar y actualizar la formación en ingeniería química en la UNS y de separarse del área de Química Industrial donde residía la concepción antigua de la Química Industrial (Brignole, 2015:22) el grupo inicial acordó a fines de 1963 un plan de acción que tenía como pilares la formación acelerada y actualizada de recursos humanos, la realización de actividades de investigación a través de las cuales alcanzar proyección internacional y la transferencia de tecnología. Las primeras líneas de investigación28 abarcaron las áreas de alimentos y petroquímica. Su elección estuvo motivada por la posibilidad de aplicación en la industria de procesamiento de productos frutihortícolas de los valles de Rio Negro y Neuquén y en la Planta de Gas del Estado ubicada en Coronel Cerri29.
Dado que una de las preocupaciones iniciales consistió en llevar adelante aquel plan desde una estructura que quedara al margen de la inestabilidad política que caracterizaba a la universidad, el grupo se conformó inicialmente como un Área del Departamento de Química e Ingeniería Química30. A partir de 1964 comenzó una intensa actividad orientada a establecer relaciones con actores de organismos como el CONICET, la industria y la academia31 que derivó en colaboraciones en los años sucesivos. Asimismo, estos investigadores pioneros se orientaron a desarrollar una infraestructura mínima de edificios, laboratorios, cargos, personal y a buscar oportunidades de capacitación en el exterior que les permitiera suplir la carencia de profesores e investigadores actualizados32.
El Instituto de Economía
El Instituto de Economía33 fue creado en 1956 con la misión de formar recursos humanos, generar y difundir conocimientos en el área de las Ciencias Económicas. Luego de la breve gestión de Enrique Silberstein, el cargo de director quedó en manos de Uros Bacic, quien llegó a esa posición como resultado de haber ganado el concurso público en 1957. Bacic se desempeñó en el cargo hasta 1970. Durante ese periodo se constituyeron los primeros equipos de trabajo y temas de investigación, se creó una biblioteca especializada en economía y, a partir de 1962, se editó la revista Estudios Económicos.
Uros Bacic, junto a otros profesores de origen extranjero como Lascar Saveanu, Oreste Popescu y Florín Manoliú34 constituyeron el pilar central sobre el cual se creó, a principios de 1958, la primera carrera de Licenciatura en Economía en la Argentina35. La carrera funcionaba en el entonces Departamento de Economía y Finanzas, dirigido por Saveanu y contaba con 28 asignaturas y 5 seminarios, gran parte de los cuales era dictado por este núcleo de docentes. Todos ellos se formaron en Europa del Este y algunos se perfeccionaron en Francia o Austria y, excepto Manoliú, se integraron a la vida académica argentina en el Instituto Tecnológico del Sur como docentes en la carrera de Contador Público. Una vez creada la UNS este grupo de docentes impulsó la profesionalización e institucionalización de la disciplina económica a partir de la conformación de la licenciatura y de un instituto de investigación. Por cierto, esta iniciativa no se llevó a cabo en un vacío. Ya desde mediados de la década de 1940 Raúl Prebisch promovía la separación de la carrera de economía de la de contador público y actuario, como quedó registrado en su clase inaugural del curso de Economía Política en abril de 1945 (Arana, 2016). Por su parte, en el número 3 de la revista Técnica y Economía publicada en 1950, Oreste Popescu publicó el artículo El estudio de las ciencias económicas donde repasa las distintas escuelas de economía y los saberes que poseen los diferentes tipos de economistas y concluye que éstos deben poseer conocimientos de derecho y contabilidad pero solo como recursos técnicos, abogando por una jerarquización del saber económico respecto de las carreras contables y jurídicas. En el mismo sentido, tiempo más tarde Risieri Frondizi señalaba que debía independizarse la formación de los economistas de la escuela de contadores en pos de evitar la confusión -a su criterio, muy frecuente en las universidades argentinas- entre una formación científica y una profesional (Frondizi, 1956; citado en Sarlo, 2001).
Bacic diseñó una estructura para el Instituto de Economía dividida en dos sectores. Un área denominada División Técnico Administrativa que tenía a su cargo la Biblioteca, el Centro de Documentación Regional y el servicio de traducción y difusión de publicaciones, y un área denominada División de Investigación (Memorias del IIEySS, 2016). Como señala el mismo Bacic en su pedido de aprobación del Reglamento General de Funcionamiento del Instituto de Economía, la primera división estaba en pleno funcionamiento para el año 1961, mientras que el área de investigación era una tarea por construirse (Memorias del IIEySS, 2016). Ciertamente, para el año 1965 la planta de personal del Instituto era muy magra: solo contaba con un investigador titular y un asistente de investigación con dedicación exclusiva más otros dos asistentes y cinco ayudantes con dedicación simple (Memorias del IIEySS, 2016).
Gran parte del trabajo realizado desde el Instituto puede verse reflejado en la revista Estudios Económicos que actuó como un órgano de difusión de los trabajos de los profesores de la Licenciatura y de autores nacionales y extranjeros considerados valiosos por sus aportes teóricos. Antes de analizar las primeras ediciones de dicha revista es interesante señalar que tanto Bacic como Saveanu habían divulgado sus estudios en la publicación científica del ITS denominada Técnica y Economía donde también publicaron trabajos otros economistas argentinos y latinoamericanos como Carlos Keller, Miguel López Francés, Ernest Wagemann y Emilio Barreto entre los años 1949 y 1952.
En los 12 números publicados en Técnica y Economía pueden encontrarse trabajos de carácter aplicado con una fuerte orientación regional, como inventarios de recursos y regiones económicas de la Patagonia argentina y chilena para facilitar tareas de planeamiento; descripción y mapeo de recursos económicos por sectores de la Patagonia y proposición de criterios para la asignación de créditos a emprendimientos industriales sectoriales de la zona de influencia de Bahía Blanca. Otros trabajos se enfocan en el análisis de la realidad de las economías latinoamericanas (productividad y explotación de recursos naturales, tecnificación del agro, ahorro, inversión, consumo e inflación) y sus diferencias estructurales respecto de los países desarrollados y, especialmente los trabajos de López Francés, sobre la política económica argentina a partir de temas como la competencia y el intervencionismo estatal y los criterios para el armado del presupuesto. El tema de los ciclos económicos y su relación con distintas variables de la economía (algo que será retomado luego por Saveanu en varias publicaciones) está presente desde los primeros números de la revista a partir de un manuscrito de López Francés en 1950 y de Ernest Wagemann en 1951. Saveanu y Bacic publicaron sus trabajos por primera vez en el último número de la revista en 1952. Se trata de trabajos teóricos que contrastan con los artículos de orientación más aplicada de los volúmenes previos. El primero de ellos, firmado por Saveanu, analiza las teorías del circuito económico de Quesnay y Marx, indicando su poca influencia en la teoría liberal y su creciente interés (en los años 1950) por las políticas de planeamiento estatal. Señala que los modelos deben poder adaptarse a las economías reales y que es preciso buscar un equilibrio entre el análisis macroeconómico y el microeconómico. Por su parte, Bacic publicó un trabajo sobre la naturaleza epistemológica y gnoseológica de la ley económica donde analiza las particularidades metodológicas de la disciplina en línea con el debate monismo-pluralismo metodológico.
Luego de diez años sin una revista oficial, en 1962 el área de estudios económicos de la UNS retoma un canal de publicación a partir de la revista Estudios Económicos. En lo que sigue se señalan algunas características de los trabajos publicados en sus primeros cinco volúmenes, que abarcan desde la creación de la revista en 1962 hasta 1966 (justo antes del periodo de interrupción institucional de las universidades nacionales durante el gobierno de facto del Gral. Onganía36). Desde el primer número, la revista Estudios Económicos incluyó una sección (denominada Notas primero y luego Reseñas Bibliográficas) donde se publicaban traducciones de obras de autores extranjeros que las autoridades del Instituto y el Departamento consideraban importantes para la formación de nuevos economistas37. De las obras de algunos de ellos se escribieron asimismo reseñas bibliográficas que estuvieron a cargo de Saveanu, Bacic u otros docentes de la UNS como Paul Gallez, Héctor Pistonesi o Gerardo Sylvester. Como se apunta en las semblanzas de Bacic y Saveanu realizadas por sus discípulos a principios de los años 1990, ambos investigadores se ocuparon activamente de traducir obras con un objetivo de divulgación y, sobre todo, de formación pedagógica de sus estudiantes (Bara, 1992; Ortiz de Guevara, 1992). Por otro lado, entre los economistas locales que publicaron trabajos en esos años en la revista figuran Estela Bee de Dagum, Julio H. G. Olivera, Raúl Cuello y Benigno Rodríguez Meitín. No obstante, la mayor cantidad de publicaciones de autores locales corresponden a Bacic y Saveanu. Las publicaciones de Bacic son principalmente de base empírica –resultado de la actividad llevada a cabo por el Centro de Documentación Regional del Instituto- y se ocupan de aspectos locales o regionales como la búsqueda de indicadores para definir los límites de la zona de atracción de Bahía Blanca, para lo cual utiliza el método de las intercomunicaciones telefónicas y el análisis de la circulación de diarios38. En el estudio de la zona de atracción de Bahía Blanca, se advierte la influencia de la política desarrollista del momento, que conceptualizaba y promovía a la ciudad como Polo de Crecimiento. Por su parte, Saveanu publicó casi todos sus artículos sobre el tema de las fluctuaciones económicas (materia en la que además dictaba clases) y su relación con una economía de dirección central, problema sobre el cual consideraba que existía un vacío teórico. En los artículos señala que se debe adaptar la teoría al estudio de los problemas de la dirección centralizada porque, si bien esta economía no está sujeta a los movimientos de mercado que es lo que estudia la teoría de las fluctuaciones, si lo está a otros movimientos que hay que desentrañar y analizar.
Aunque la revista Estudios Económicos presenta un mayor interés que se podría denominar teórico-disciplinar, expresado en la difusión de distintas perspectivas económicas vigentes en ese momento, también continuó publicando artículos de interés local y regional como sucedía en la revista Técnica y Economía. En un sentido similar, en ambas publicaciones se mantiene la preocupación por el tema de los ciclos o fluctuaciones económicas, si bien en la primera etapa este tema fue abordado principalmente desde la perspectiva de un funcionario público por López Francés y en Estudios Económicos Saveanu hizo lo propio haciendo foco en los elementos teóricos y pedagógicos.
Reflexiones finales
En el diseño institucional del ITS se puede percibir una continuidad con las ideas plasmadas en los proyectos de creación de una universidad en Bahía Blanca previos al peronismo, referidas a la necesidad de promover el saber técnico científico para la provisión de recursos humanos en sectores estratégicos de la economía. No obstante, el perfil económico de la ciudad a mediados del siglo XX estaba más ligado a la actividad comercial y financiera por lo que la promoción de las ingenierías se corresponde más con un ideario de política económica nacional que con una necesidad o demanda real de la región. La generación de conocimientos y profesionales para la región de influencia de la universidad continuó vigente en el diseño institucional de la UNS, aunque resignificado en términos de una mayor jerarquización de las actividades de investigación a partir de la organización departamental y la creación de institutos.
En la conformación de los primeros núcleos de investigación confluyeron una variedad de criterios y motivaciones. La demanda regional se manifiesta de manera evidente para el área Agrícola Ganadero mientras que la demanda de instituciones comerciales y financieras locales tiene su correlato en la creación de la carrera de Contador Público y en las primeras publicaciones en este campo de conocimiento. La influencia de la política nacional se evidencia en el surgimiento del área de Oceanografía e Ingeniería Química, bajo la percepción de que resultaba estratégico impulsarlas. Finalmente, la necesidad de ampliar la planta docente de la UNS es otro factor que explica el surgimiento de ciertos núcleos de investigación, como son el área de Matemática y Electrónica.
En cuanto a las líneas de investigación, tampoco se evidencia un aspecto programático ni una política de priorización, sino diferentes fundamentos y propósitos. Así, en algunos casos los profesores que se incorporan desde otras casas de estudios continúan en la UNS con los temas y líneas con los que venían trabajando, como es el caso de Santos y Monteiro. En otros casos, como en el área de Ingeniería Química, se produce un proceso de recambio generacional y con ello un impulso modernizador que alinea los temas de investigación con aquellos estudiados en el ámbito disciplinar internacional. En el área de economía se evidencia en parte este proceso modernizador sobre todo a partir de la autonomización de los estudios económicos de las áreas de finanzas y contabilidad, pero combinado con la continuidad de trabajos de base empírica orientados al entorno regional, algo que estaba presente en las primeras investigaciones llevadas a cabo en el ITS.
Luego de una depuración inicial realizada por los interventores designados por la dictadura militar en 1955 donde se separó de sus cargos a aquellos docentes y funcionarios con afiliaciones explícitas al régimen peronista, la cuestión peronista, como señala Orbe (2008), dejó paso a otros problemas más urgentes relativos a la organización de la nueva institución. De este modo, la planta docente no sufrió modificaciones drásticas en gran medida porque, como se mencionó, tanto el ITS como en los primeros años de la UNS se experimentó un problema estructural de falta de docentes. Así, algunas áreas de conocimiento como la Ingeniería Química y las Ciencias Económicas continuaron funcionando con profesores que formaban parte del ITS. Los cambios que se evidencian en dichas áreas se debieron más a un proceso paulatino de modernización de la actividad académica39 que a una ruptura asociada a la coyuntura política.
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1 Esta investigación fue financiada con fondos FONCYT-PICT de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación. La misma se realizó predominantemente en el marco de la emergencia sanitaria producto del COVID-19. Si bien este trabajo se podría enriquecer con un mayor uso de fuentes primarias, se debió trabajar con las limitaciones propias de la Pandemia y la falta de fuentes documentales digitalizadas, de allí que se decidió otorgarle un mayor peso a las fuentes secundarias de la historiografía.
2 El periodo 1945-1966 en Argentina abarca varios cambios de gobierno. Comienza con los dos primeros mandatos presidenciales de Juan Domingo Perón (1946-1952 y 1952-1955). La segunda presidencia de Perón culmina con su derrocamiento en 1955 a manos del gobierno de facto autodenominado Revolución Libertadora a cargo de los militares Eduardo Lonardi (1955) y Pedro Eugenio Aramburu (1955-1958). Entre 1958 y 1962 y 1963 y 1966 el gobierno está a cargo de dos presidentes democráticos pertenecientes a la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI). Arturo Frondizi asume la presidencia en 1958 y es derrocado por un Golpe de Estado en 1962. Entre marzo de 1962 y octubre de 1963 el Gobierno es asumido por el Presidente Provisional de la Cámara de Senadores José María Guido. En octubre de 1963 asume como Presidente de la Nación Arturo Umberto Illia, quien es derrocado por la dictadura autodenominada Revolución Argentina (1966-1973) bajo el mando inicial de Juan Carlos Onganía (presidente de facto entre 1966 y 1970).
3 Bahía Blanca es una ciudad argentina ubicada en el sur de la Provincia de Buenos Aires. Según el último censo (INDEC- 2010) cuenta con 291.327 habitantes y su Producto Bruto Geográfico se constituye principalmente por la industria manufacturera, petroquímica y de servicios.
4 En 1946 ingresa en la Legislatura Nacional una propuesta elevada por los diputados laboristas Cipriano Reyes y Carlos Gericke (oriundo este último de Punta Alta) y una segunda iniciativa elevada por Gabriel Del Mazo, quien había formado parte de la comisión enviada a Bahía Blanca en 1943 por la Universidad Nacional de la Plata. Ambas propuestas, con algunas variaciones, sostenían la creación de una institución de estudios superiores con orientación técnica. Previamente, en 1924 y 1939, los diputados nacionales Mario Guido y Samuel Allperin respectivamente elevaron proyectos de creación de una universidad en Bahía Blanca que no fueron aprobados en la legislatura. La idea de que el Estado había dejado librado a su suerte el destino de la zona sur del país estuvo presente en las fundamentaciones de ambos proyectos legislativos (Cernadas de Bulnes 2006). Luego de que el proyecto de Allperín tampoco fuese aprobado, en 1940 la filial local del Museo Social Argentino crea la Universidad del Sur como una iniciativa de carácter privado organizada alrededor de tres facultades: Ciencias Comerciales, Química e Ingeniería pero la iniciativa no prospera como consecuencia de los cambios institucionales que experimentó el país luego del golpe militar de 1943. Frente al intento fallido de anexión a la UNLP, la Universidad del Sur finaliza las actividades un año después (Cernadas de Bulnes, 2006).
5 López Francés había formado parte de la comisión de la UNLP que había evaluado el pedido de anexión de la Universidad del Sur a esa casa de altos estudios.
6 La Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina (FORJA) fue una agrupación política argentina, ligada a la Unión Cívica Radical (UCR) que actuó entre 1935 y 1945. Si bien el peronismo se formó en la convergencia de militantes de diferentes extracciones políticas en el caso de Bahía Blanca, señala Marcilece (2011), es notable la presencia y protagonismo inicial de un grupo de militantes del grupo FORJA (que coinciden con los impulsores y ejecutores de la creación y primer diseño institucional del ITS).
7 Militar y político argentino. Entre 1946 y 1952 se desempeñó como Gobernador de la Provincia de Buenos Aires por el Partido Justicialista.
8 El primer proyecto de ley destinado a crear una universidad en la ciudad de Bahía Blanca fue presentado en el año 1924, durante la presidencia de Marcelo Torcuato de Alvear, por el diputado nacional Mario Guido. El proyecto de crear la Universidad Nacional de la Costa Sur proponía que la misma esté compuesta por cuatro facultades: la Facultad de Ciencias Económicas, Comerciales y Políticas, la Facultad de Agricultura, Ganadería e Industrias afines, la Facultad de Ciencias Educacionales y la Facultad de Ciencias Químicas Industriales. En el año 1939, el legislador Samuel Allperin presenta un nuevo proyecto que retoma la iniciativa de crear una institución de educación superior en la ciudad de Bahía Blanca, con el nombre de Universidad Nacional del Sur. La universidad que se proyecta prevé dos ciclos culturales: el económico y el técnico. El primero lo impartiría la Facultad de Ciencias Económicas, que otorgaría los títulos de contador público y de doctor en ciencias económicas, mientras que el ciclo técnico se impartiría por la Facultad de Agronomía y Veterinaria y por la Facultad Politécnica. La primera otorgaría los títulos de ingeniero agrónomo y de médico veterinario. Ambos proyectos coinciden en plantear para esta universidad carreras relacionadas con la producción y el comercio en vez de carreras tradicionales, bajo la percepción de que la zona sur del país posee un alto valor económico y humano, pero sus recursos se encuentran desaprovechados por la falta de atención de parte del Estado y por la falta de recursos humanos calificados para explotarlos (Weinberg, 1982).
9 Por la cual se abandonaron los principios reformistas, el cogobierno y se limitó la autonomía universitaria
10 Considerando: que la orientación impresa a las actividades de ese Instituto se aparta de los fines asignados al mismo por el Convenio... Que por una parte... los estudios de formación humanística han recibido un impulso desproporcionado con perjuicio exclusivo de la enseñanza técnica... Que por otra parte, las obras sociales realizadas en beneficio de los alumnos y las actividades cumplidas de extensión cultural en el pueblo... en absoluto concuerdan con las necesidades vitales del pueblo de aquellas regiones (Nápoli, 2017:6). Unos días antes, el decreto Nº 8.921 del PEN desanexó al ITS de la UNLP, entonces denominada Universidad Nacional de Eva Perón.
11 La dirigencia política local estaba entonces liderada por el gremialista de Luz y Fuerza, Eduardo Forteza, que había vencido localmente a la facción de origen forjista liderada por José Aralda (Marcilece, 2011).
12 El Dr. Tridente era militante peronista de extracción forjista (Marcilece 2006). En el proceso de normalización de la UNS en 1956 fue cesanteado de sus funciones en el marco del proceso de desperonización de la universidad (Orbe 2008).
13 Especialmente en el número 1 (publicado en 1949-09-09), número 2 (publicado en 1949-12-01), número 3 (publicado en 1950-03-01) y el número 4 / 5 (publicado en 1950-08-01).
14 Quien se había desempeñado como rector y profesor de la Universidad de Trujillo (Perú).
15 Especialmente evidente entre el número 7/8 (publicado en 1951-03-01) y el número 12 (publicado en 1952-12-01).
16 En el número 1 (publicado en 1949-09-09), el número número 4/5 (publicado en 1950-08-01) y en el número 10 (publicado en 1951-12-03), respectivamente.
17 Número 11 (publicado en 1952-03-03) y el número 12 (publicado en 1952-12-01).
18 (1923-2010). Profesor de Historia y Geografía (UNLP). Se desempeñó como docente en el ITS y UNS y como Director del Departamento de Geografía de la UNS.
19 El accionar y composición del CLES durante los años 1930 a 1950 puede consultarse en Neiburg (1988) y para su filial Bahía Blanca véase Cernadas de Bulnes (2005).
20 Con respecto a la estructura adoptada, Fatone señalaba: Nos hemos propuesto dar a la universidad una estructura moderna. Hemos abandonado la vetusta concepción de las facultades aisladas entre sí, y meramente yuxtapuestas sin unidad y cohesión. Las universidades de estructura clásica están divididas en facultades y sus alumnos, como sus profesores, separados por carreras. Ese es el origen de todas las deformaciones profesionales, y la raíz de tantas incomprensiones (Discurso pronunciado por el interventor de la universidad en la recepción ofrecida al señor Ministro del Interior, Dr. Eduardo B. Busso. 11 de Abril de 1956, Weinberg, 1982:244).
21 Como se puede apreciar en el artículo 2º del Decreto-Ley 154/56: La Universidad Nacional del Sur tiene por fin la investigación científica y la formación profesional en el ámbito de las disciplinas técnico, económico y humanista relacionadas con los problemas del sur argentino (Weinberg, 1982:204)
22 La preocupación por desarrollar estudios en este ámbito de conocimiento ya estaba presente en el gobierno peronista (Feld, 2015).
23 En el período 1936-1945 Monteiro contribuyó a la generación de instituciones orientadas a la investigación matemática en Portugal, a la fundación de revistas científicas de la disciplina y a la creación de la Sociedade Portuguesa de Matemática, de la que fue su primer secretario (Ortiz, 2008).
24 Operaciones Unitarias I y II y Procesos Unitarios (Brignole, 2015).
25 Primer ingeniero químico graduado de la UNS. Luego de una estadía en la Planta de Nylon de Berazategui, se desempeña en los laboratorios de Investigación y Desarrollo de Monsanto en Springfield.
26 La Universidad Nacional de La Plata, la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional del Litoral.
27 Transport Phenomena de Bird, Stewart y Lighfoot, Wiley, Chemical Reactor Desing de J. Smith, McGraw Hill, Chemical Process Fundamentals de Hougen y Watson y Chemical Reactor Engineering de O. Levenspiel (Brignole, 2015).
28 Absorción y desorción de gas carbónico, reactores de película turbulenta generada por vibración y deshidratación de manzanas (Brignole, 2015).
29 En la región de Bahía Blanca se daba una gran disponibilidad de gas natural, etano y LPG por la convergencia de varios gasoductos.
30 Esta organización se mantiene hasta 1973 cuando PLAPIQUI se conforma como instituto de doble dependencia UNS-CONICET.
31 Entre ellos Jorge Ronco, la figura más destacada de la Ingeniería Química de la época.
32 A principios de 1970, con el regreso de la primera camada de becarios externos y la posibilidad de un potencial desarrollo petroquímico en la ciudad, el PLAPIQUI cobró un gran impulso. En 1971 se creó Petroquímica Bahía Blanca, Sociedad Anónima Industrial y Comercial, la cual sería la planta madre del Complejo Petroquímico Bahía Blanca (CPBB). El emplazamiento de un polo petroquímico en la ciudad respondió a una estrategia de profundización de la política económica nacional de industrialización sustitutiva de importaciones a través de la promoción de sectores productivos de bienes intermedios (Costantini y Chaz, 2018). La instalación del CPBB planteó, desde el inicio, la necesidad de actividades de formación y de investigación y desarrollo que dieron lugar a una intensa colaboración entre PLAPIQUI y CPBB (Arcodaci, 1996).
33 Luego denominado Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur.
34 Uros Bacic nació en 1912 en Jasenovac, Croacia. Estudió Ciencias Económicas, Sociales y Políticas en la Universidad Libre de Bruselas. Se doctoró en Economía en esa universidad en 1940 y en 1949 emigró a Argentina y se vinculó con el ITS. Falleció en Bahía Blanca en 1992. Lascar Saveanu (Rumania 1919- Argentina 1983) se graduó en derecho en la Universidad de Bucarest en 1942 y se doctoró en Ciencias Económicas y Políticas en la Universidad de Innsbruck (Austria) en 1947. Llegó en el año 1952 a Bahía Blanca y se incorporó desde entonces al ITS como profesor. Murió en Bahía Blanca en 1983. Florín o Florian Manoliú nació en 1904 en la ciudad de Iași, Rumania. En 1927 se graduó como Licenciado en Derecho en la Universidad de Iași y luego continuó estudiando Derecho y Economía en París. Llegó a Argentina en 1951 y se radicó en Bahía Blanca en 1958. Murió en Buenos Aires en 1977. Oreste Popescu nació en Bucovina, Rumania, en 1913. Se graduó en Derecho en 1938 en la Universidad de Iași y en Ciencias Económicas y Políticas de la Universidad de Innsbruck en 1948. Al año siguiente emigró a la Argentina. Entre 1949 y 1953 fue profesor de Economía en el ITS y luego se desempeñó como docente investigador en la UNLP y en la Universidad Católica Argentina (UCA). Murió en 2003 en Argentina.
35 En el mismo año se creó también la carrera en la UBA y en la UCA.
36 Un mes después de instaurada la dictadura militar, el Presidente de facto Juan Carlos Onganía firmó el Decreto-Ley Nº 16.192 mediante el cual suprimió el gobierno tripartito y la autonomía de las universidades nacionales. Ante el rechazo a la implementación de la norma por parte de autoridades y docentes de la UBA el gobierno de facto resolvió, la noche del 29 de julio de 1966 reprimir violentamente las medidas de protesta dispuestas en algunas facultades de la UBA en el penoso episodio conocido como La noche de los bastones largos. La intervención de las universidades por parte de Onganía generó una ola de despidos y renuncias entre el personal académico de las universidades nacionales de Argentina y el éxodo de científicos al exterior.
37 Así, se publicaron trabajos en castellano del economista suizo Walter Adolf Jöhr, de los economistas franceses Léon Buquet, Pierre Dieterlen, Gaston Leduc, François Perroux, Jacques R. Boudeville, Louis E. Davin y Colette Neme Cordebas, de los estadounidenses Wesley Yordon y Gary S. Becker, los autríacos Theodor Pütz y Fritz Machlup, el británico Michael Lipton y los alemanes Hans H. Heller y Andreas Predohl.
38 Otros trabajos consisten en un relevamiento de ingresos de graduados en distintas áreas de la UNS y su comparación con los ingresos de obreros calificados y el relevamiento y análisis de los hábitos de consumo de los obreros industriales de Bahía Blanca con el objetivo de determinar los coeficientes de ponderación de un índice de precios al consumidor. Bacic fue profesor titular de la materia Teoría de Precios.
39 Con modernización académica nos referimos a ciertos procesos como promoción de dedicaciones exclusivas, una formación intensiva en recursos humanos para la investigación, instalación de laboratorios y adquisición de equipos e integración en los canales internacionales de publicación que se dieron, arquetípicamente, en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA en el periodo 1955-1966 (Buschini y Romero 2010).