DOCUMENTO DE CÁTEDRA
TRAMAS SOCIALES • N° 06 | ISSN: 2683-8095
4.1. Desgubernamentalizar el desarrollo en
todos los ámbitos de la vida cotidiana
la acumulación y explotación; construyendo una falaz
imagen de un mundo que enarbola principios de pro-
greso, racionalidad, libertad, respeto por los derechos
humanos: el fetiche del desarrollo, progreso, civilidad.
El desarrollo a secas, no es otra cosa que el desarro-
llo de la acumulación capitalista, por eso las teorías
del desarrollo fungen como una tecnología de poder.
Esto implica que se debe buscar en ellas, los objetivos
(reales, no explícitos sino implícitos) las estrategias de
acción que generan y los programas de acción política
que sugieren (Foucault, Michelle 2009:56). Así es que el
desarrollo se convierte en un eje de gubernamentalidad,
concepto que contribuye a comprender el ejercicio del
poder en las sociedades capitalistas que aún mantie-
nen la esperanza en el capitalismo de estado-neoex-
tractivistas.
Desgubernamentalizar las versiones del mundo del
desarrollo, la civilidad y el progreso implica desnatu-
ralizar la mirada del modo de producir, de vivir, de
consumir; de un modo de ser en el mundo: el modo
capitalista, que se presenta como lo real, lo existente,
lo inamovible, lo incuestionable, lo imparable. Para ello
también requerimos de nuevas palabras, capaces de
expresar otras cosmovisiones:
“El término ‘nosotredad’ es una nueva (palabra-expe-
riencia-concepto) que emerge de las prácticas filosóficas
milenarias de pueblos ancestrales como los tzeltales en
Mesoamérica, y de las filosofías de la diáspora afro en
medio del colapso global…El ‘otro’ que hemos visto como
extraño y las formas en que nos enajenamos de los seres
de la tierra, son parte de la ficción de la separabilidad
disciplinar e individualizada del mundo en crítica fun-
damental al multiculturalismo, la inclusión institucio-
nal y su reproducción de un otro exotizado, otrorizado,
etnizado […] Frente al neoliberalismo multiculturalista
y de inclusión, y frente al ecocidio, la ‘nosotredad’ hace
parte de la experiencia del estar enraizado, afectado y
en afectación inevitable con ancestros humanos y más
que humanos” (Botero, 2023 pp. 214-220)
Señala Foucault:
“Con esta palabra gubernamentalidad aludo a tres
cosas. Entiendo el conjunto constituido por las insti-
tuciones, los procedimientos, análisis y reflexiones, los
cálculos y las tácticas que permiten ejercer esa forma
bien específica, aunque muy compleja, de poder que
tiene por blanco principal a la población, por forma
mayor de saber la economía política y por instrumento
técnico esencial los dispositivos de seguridad. Segundo
por gubernamentalidad entiendo la tendencia, la línea
de fuerza que, en todo occidente, no dejó de conducir y,
desde hace mucho, hacia la preeminencia del tipo de po-
der que podemos llamar gobierno sobre todos los demás:
soberanía, disciplina, y que indujo, por un lado, el desa-
rrollo de una serie de aparatos específicos de gobierno, [y
por otro] el desarrollo de toda una serie de saberes. Por
ultimo creo que habría que entender la gubernamenta-
lidad como el proceso o, mejor, el resultado del proceso en
virtud del cual el Estado de justicia de la Edad Media,
convertido en Estado administrativo durante los siglos
XV y XVI, se gubernamentalizó poco a poco” (Foucalult,
2006:136).
En este sentido, y en medio de las diferentes arremeti-
das de la gubernamentalización de la vida y sus pobla-
ciones, coexisten subjetividades comunales –personas,
pueblos, comunidades sociedades enraizadas con y
entre pueblos, tierra y territorios de vida.
Las subjetividades comunales son claro ejemplo de las
emergencias de praxis filosóficas emancipatorias que
perviven y se reinventan en el presente para sostener
la vida en abundancia. Tanto en territorios urbanos
como en el campo y en las selvas están re-emergiendo
sociedades matrízticas, cuidadoras de la tierra y de la
vida en pequeñas resistencias autonómicas y cotidia-
nas. Esta es una de las apuestas que caminamos como
alternativas a la intelectualidad orgánica no reducida a
la academia, desde las trans(in)disciplinariedades.
El desarrollo en el siglo XXI puede entenderse como la
forma particular en que la expansión de los capitales
en el mundo, va configurando las estructuras territo-
riales, productivas, sociales. Implica participar en el
desenvolvimiento de la producción a escala planetaria,
liderado por enormes corporaciones transnacionales
(muchas de ellas más grandes que muchos Estados
nacionales y manejando cifras muy superiores a los
Productos Brutos de muchos países). El desarrollo es
dirigido por enormes poderes facticos -fundados en
la riqueza y las armas- que lideran el bloque histórico,
ocultando ante las mayorías la verdadera naturaleza de
Como indican diferentes pueblos matrízticos cuidado-
res de los principios de la relacionalidad, complemen-
tariedad y autonomía, no son un asunto del pasado o
de la visión acrítica y exotizada de las comunidades
ancestrales. Confederalismos democráticos con las
Naveda, Botero Gomez
Subjetividades hegemónicas (neo)liberales-(neo)coloniales y subjetividades políticas... | 116 - 126
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