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Agüero Molina
TRAMAS SOCIALES | Nº 01 | Año 01 | ISSN 2683-8095
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misma organización social de la producción. En
las sociedades capitalistas se produce una ruptura
interna entre las relaciones sociales y el modo en que
son experimentadas. Mientras en el feudalismo, la
dependencia personal del siervo respecto del señor
feudal era la característica básica de las relaciones de
producción y no había necesidad que el trabajo y sus
productos asumieran una forma “fantástica”, “el paso
al modo de producción capitalista constituye el paso
de la transparencia al fetichismo y la misticación,
ocultando lo que realmente son relaciones materiales
entre personas en relaciones sociales entre cosas” (De
Espinoza et alter, 1994, p. 78).
El fetichismo, en cuanto forma de cosicación, constituye
un proceso por el cual los hombres conciben las relaciones
sociales como “cosas naturales” dotándolas de voluntad
independiente de la actividad humana (Casas, 2008). En
palabras de Taussig este proceso “denota la atribución
de vida, autonomía, poder y dominación a objetos de
otra forma inanimados” (Taussig, 1993, p. 46). Como
consecuencia, los hombres se subordinan a las mismas
cosas que ellos han producido.
Desde esta concepción teórica marxista, los actos del
individuo se ven condicionados por la posición que ocupa
en la estructura clasista y, por lo tanto, su producción
discursiva se encuentra condicionada por la misma. En
un mutuo condicionamiento entre estructuras sociales
y estructuras mentales se “dene la percepción del
mundo social a través de sistemas simbólicos” (Casas,
2008, p. 56). Estos sistemas simbólicos constituyen las
ideologías.
El condicionamiento que se produce entre las
estructuras sociales y las estructuras mentales no es
un condicionamiento unidireccional si no que, “existe
un constante proceso de condicionamiento-reacción
activa entre ambas estructuras” (Casas, 2008, p. 57).
De este modo, las estructuras mentales derivan de las
estructuras sociales, pero aquellas a su vez, conforman
espacios propios en cuanto sistemas simbólicos que
actúan sobre el mundo social.
La internalización de las estructuras sociales en las
estructuras mentales se produce a través del reejo
del mundo y de las mediaciones. Mientras el reejo
constituye la aprehensión inmediata del mundo concreto,
inmediato; la mediación implica la aprehensión de ese
mundo “tal como nos lo representamos” (Casas, 2008,
p. 58), de manera simbólica, mediata, transformada,
socializada. De manera que el producto es diferente al
objeto en sí mismo; es un objeto “mediado”.
En esta mediación la atribución de signicados a la
realidad se produce de manera deformada, produciendo
como consecuencia una conciencia enajenada, que no
es capaz de comprender la esencia de las cosas y sus
relaciones. De este modo, las conguraciones simbólico-
ideológicas sobre el mundo están adheridas a los
objetos y a las representaciones de la realidad, llenando
de signicados a la realidad y, por ello, produciendo la
misma realidad.
Este proceso ideológico se entiende entonces
como “el trasvasamiento y la estructuración de las
estructuras materiales-sociales en estructuras ideales-
ideologizadas y como resultado, el mundo concreto es
concebido como pseudo-concreto” (Casas, 2008, p. 72).
La ideología constituye así, una estructura generadora
de prácticas signicantes, un “proceso productivo de
signicaciones” (Fernández, 1986, p. 19), cuya función
principal es estabilizar y justicar las estructuras
políticas y económicas.
Posterior a la concepción de ideología en Marx y Engels,
los fenómenos ideológico-culturales son abordados en
profundidad por el teórico marxista Antonio Gramsci,
para mostrar cómo en la superestructura ideológica de
las sociedades capitalistas, la clase hegemónica funge
su dirección ideológico-política a través de organismos
privados (escuelas, sindicatos e iglesias, entre otros)
creando así, una determinada conciencia social, que
garantiza y legitima la dominación sobre la clase
subordinada.
En este sentido, el autor señala que “la supremacía de un
grupo social se maniesta de dos modos, como dominio