
TRAMAS SOCIALES • N° 04 | ISSN: 2683-8095
17Chacón Sánchez | Niñez y el derecho a la comunicación en San Juan, Argentina.
ARTÍCULOS LIBRES
ser actores sociales, es decir, agentes activos que buscan
crear situaciones que los/as empoderen y ayuden a dife-
renciarse, y a su vez, complementarse con los/as adultos.
Esto permite a los/as niños/as y adolescentes mirarse, y
por ende, hacerse mirar por los adultos/as como ciuda-
danos/as competentes, autónomos y valiosos, que tienen
mucho que aportar en el futuro y también en el presente.
Los conceptos como: procesos de producción, empode-
ramiento, ciudadanía, derecho a comunicar, acceso y
participación, son herramientas teóricas que guiaron la
investigación. Se profundizó sobre el conocimiento de
lo que realizaron los equipos de producción integrados
por adolescentes y niños/as, al estudiar los procesos de
producción que son la realización integral de contenidos
audiovisuales, radiofónicos y digitales (multimediales),
hasta su emisión, a partir de una determinada idea.
(LSCA- artículo N° 4 de las definiciones).
El derecho a la comunicación, presente en la ley citada
anteriormente, posibilitó entender la libertad de expre-
sión:
la promoción y garantía del libre ejercicio del derecho de
toda persona a investigar, buscar, y recibir y difundir in-
formaciones, opiniones e ideas, sin censura, en el marco
del respeto al Estado de Derecho democrático y los de-
rechos humanos, conforme las obligaciones emergentes
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos
y demás tratados incorporados o que sean incorporados
en el futuro a la Constitución Nacional. (Art.3°- Ley N°
26.522)
Todo/a ciudadano/a del planeta tiene derecho a compar-
tir públicamente sus ideas, pensamientos y creencias por
medio de la palabra escrita, hablada, el arte o cualquier
medio de comunicación. Esto tiene que ver con el reco-
nocimiento de que cada ser humano es un sujeto de de-
recho. Cuando el sector de la sociedad -niños/as y adoles-
centes-, producen y emiten programas radiales, ejercen
ciudadanía, “su construcción está estrechamente vincu-
lada con las transformaciones y reestructuraciones que
se producen en el ámbito de las políticas públicas” (Was-
hington, 2011, p.3). Estas medidas son consideradas un:
conjunto de decisiones y/u omisiones cuyo objetivo es la
distribución de determinados bienes y recursos. Es un
proceso por el cual se ponen en juego bienes y recursos
que les corresponden por derecho a los ciudadanos y ciu-
dadanas, individuos y grupos. Conforman un espacio de
la interacción o concertación entre el Estado y la Socie-
dad Civil. Son el resultado de una suma de decisiones
consensuadas, necesitan de procesos de comunicación y,
más particularmente, de la comunicación pública com-
prendida fundamentalmente como “poner en común”.
(Washington, 2011, p.3, 4 y 7)
En la medida en que los/as ciudadanos/as, ponen en co-
mún con el Estado, es decir se ponen de acuerdo con el
Gobierno, y con otros grupos y se apropian de su situa-
ción para tener control de las circunstancias, están reali-
zando un proceso conocido como empoderamiento, tam-
bién llamado fortalecimiento de las capacidades. Cuando
los sujetos de derecho se empoderan, logran sus propias
metas, con el fin de mejorar su calidad de vida y de tener
mayor inluencia sobre su futuro y el de los demás (Del
Río Sánchez, 2012). Esto les permite a los/as ciudadanos/
as tener mayor acceso y participación en los medios de
comunicación, los que publican las medidas tomadas por
el Estado, las políticas públicas consensuadas con los/as
ciudadanos/as. De acuerdo a las definiciones estableci-
das por la UNESCO, el acceso puede analizarse a partir
de dos niveles. El primer nivel, se ve en lo concreto cuan-
do cualquier sujeto puede escoger entre diversos medios
para informarse, como periódicos, radio, televisión, in-
ternet, etc. El segundo nivel, es la posibilidad de que las
audiencias interactúen con quienes producen los progra-
mas (retroalimentación), la intervención directa de las
audiencias en la emisión de los programas y el derecho
del público a comentar (Rossi, 2006). La participación
puede analizarse de acuerdo a tres grados diferentes: a)
la intervención de los/as ciudadanos/as en la producción
de los mensajes, b) la incumbencia de estos y/o de OSC
en la toma de decisiones que tienen incidencia en, por
ejemplo, la programación de un medio de comunicación
social y c) la contribución de los sujetos de derecho o de
colectivos sociales para la realización de planes y políti-
cas públicas de comunicación (Rossi, 2006, p.6).
Los medios de comunicación masiva construyen mayor-
mente una mirada sesgada de discriminación y que ex-
cluye a las voces de la niñez, adolescencia y juventudes.
Así lo expresaron los/as niños/as y adultos/as que expu-
sieron en las Audiencias Públicas.
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