TRAMAS SOCIALES • N° 05 | ISSN: 2683-8095
DOCUMENTO DE CÁTEDRA
de ciencia extraordinaria. Esta ciencia extraordinaria se
trata de nuevas propuestas para solucionar aquellas pre-
guntas que el paradigma no ha dado. Pero tiene que solu-
cionar todas las preguntas que el paradigma anterior sí.
Imagínense la situación que decíamos, si en un momen-
to determinado, un grupo de investigadores, partiendo
de otras bases que no son del paradigma vigente encuen-
tran la vacuna contra el cáncer, se arma la hecatombe,
¡¿qué Galileo ni Galileo?! Va a cambiar totalmente, el pa-
radigma cambia y se impone el nuevo.
año aparezca un bólido que es ni más ni menos que el
famosísimo cometa Halley. Porque el cometa Halley, co-
rrobora la hipótesis, eso es falsable. Porque, si aparecía es
corroborable, si no aparecía se elimina la hipótesis. La-
mentablemente, el cometa aparece como 16 años después
de lo pronosticado y Halley ya había muerto, por este
acontecimiento es que el cometa lleva su nombre.
Evidentemente esto que hoy no es verdad, o que se lo
considera un error, en un futuro puede llegar a corro-
borarse. Si yo construyo una hipótesis, pero es errada
ahora, puedo decir: “ah bueno, ahora no es posible pen-
sarlo, pero puede que en el futuro suceda”. Posiblemente
no lo veamos a ese futuro que aludo, pero no lo vamos
a poder comprobar nunca. Es muy flojo el tema de in-
ventar el futuro. Entonces, aquí deberíamos retomar a
una personalidad de la ciencia, alguien que es disruptivo
absolutamente, en la epistemología, en la vida, en la uni-
versidad, en todas partes: Paul Feyerabend (1924-1994).
Feyerabend era un tipo terriblemente irónico, muy ácido,
espantoso. No solamente con las palabras, sino con los
gustos. Cuentan que una vez Lakatos lo había invitado a
dar una charla en su casa; entonces apareció Feyerabend,
fue a la cocina, tomó el delantal, sirvió café a los cientí-
ficos invitados, dijo soy Feyerabend y se fue. Lakatos no
se lo perdonó jamás, porque lo dejó como un salame y se
pelearon mal. Pero Feyerabend le dice a Lakatos, toda-
vía en época de amistad, “lo que vos muestras como una
cosa preciosa, lógica, racional y demás, es un anarquis-
mo total. Yo estoy con la anarquía, porque la ciencia no
avanza ni por la falsación ni por las revoluciones cientí-
ficas, avanza por la capacidad creativa de los científicos.
Los científicos que no se constriñen con ninguna teoría
vigente, y son capaces de avizorar el paradigma siguien-
te o uno nuevo de mayor efectividad, son los que hacen
avanzar la ciencia”. Esa es la postura de Feyerabend. Es la
imaginación, la creatividad, la intrepidez trasladada al
quehacer científico.
Cuando se impone el nuevo, el viejo no queda, desapa-
rece, porque tiene términos que no son acumulables ni
compatibles. Y el científico-a que no se adviene al nuevo
paradigma, irá a la biblioteca de la universidad. Enton-
ces, para Kuhn, la ciencia va a progresar por las revolu-
ciones científicas. ¿Cómo se generan las revoluciones?
Después de una crisis, se ingresa a la ciencia extraordi-
naria, esa ciencia extraordinaria cuando triunfa puede
sentar las bases de un nuevo paradigma. Ahora bien, el
problema en Kuhn, para nosotros los sociólogos/as y para
otras profesiones de las Ciencias Sociales y Humanas, es
que está muy centrado en la física galileica. Porque fíjen-
se ¿qué pasa en la sociología? Pareciera que estamos en
etapa de pre-ciencia, hay discusiones bizantinas entre
positivistas, dialécticos, hermenéuticos, y nadie se pone
de acuerdo. Y cada uno tiene su legitimación y formas de
dar respuesta a problemas.
Siguiendo con esta cronología del conocimiento científi-
co, retomamos a un autor húngaro llamado Imre Lakatos
(1922-1974) que propone los “Programas de investigación
Científica”. Él dice: “tiene razón Kuhn en decir que no es
verdad que lo científicos vivan falsando, están aferrados
al paradigma terriblemente”. Y este paradigma tiene un
núcleo duro, que está rodeado por una serie de hipótesis
que defienden el paradigma contra cualquier tipo de ata-
que, de falsación. Da un ejemplo, señalando que cuando
Newton calculaba la fórmula había un ayudante del as-
trónomo, Halley, amigo de Newton que advirtió que en
la medida de la órbita había un error, pero nunca se le
ocurrió decirle a Newton. Pero no es así la historia, hay
alguna razón por la cual se altera la elipsis de un planeta
determinado. Seguramente, ahí empieza a hipotetizar.
Sucede que hay un cuerpo celeste que incide o que cruza
cerca por ello la gravedad se altera. De esta manera, por
medio de mediciones señalan que es probable que en tal
El debate hoy: Epistemología e interdisciplina
Aquí terminaría la síntesis elemental, del conocimiento
científico occidental. Los enfoques de los autores recu-
perados como parte de la epistemología del siglo XX se
han expandido, diversificando las discusiones epistemo-
lógicas en el siglo XXI. Ustedes van a tener la suerte de
ser profesionales que van a gozar de distintos tipos de
Chousal Lizama | Diálogo epistemológico | 172 - 184
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