TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
8
EDITORIAL
Desbordar las
corporalidades: la
potencia de lo monstruoso
en las prácticas artísticas
Como enuncia Haraway (1991) “[l]os monstruos han denido siempre los
límites de la comunidad en las imaginaciones occidentales(p.308), es decir
que han jado la frontera que dene (siempre de forma dicotómica) el adentro
del afuera, lo normal de lo anormal, el nosotrxs de lxs otrxs. En consonancia
con ello, García Cortéz (1997) arma que toda sociedad genera su propia cons-
trucción de mundo, la cual es comunicada e interiorizada mediante la congu-
ración de un sistema de representación planteado como único y absoluto. En
consecuencia, todo lo que se opone a ello es concebido como una amenaza al
orden social y juzgado como algo contra-natura, por lo cual se lo monstrica,
se lo convierte en el absoluto otro, y así se justica su exclusión, e incluso su
eliminación.
El sistema-mundo moderno que nos alberga concibe a los cuerpos (huma-
nos, no-humanos, cósicos, escriturales, disciplinares, etc.) como entes atomi-
zados, siempre iguales a mismos y siempre al servicio de la expansión del
capital; pero la condición impura, ambigua y desbordada del cuerpo mons-
Yo, reivindico mi derecho a ser un monstruo,
ni varón ni mujer,
ni XXY ni H2O.
Yo, monstruo de mi deseo,
carne de cada una de mis pinceladas,
lienzo azul de mi cuerpo,
pintora de mi andar,
no quiero más títulos que cargar,
no quiero más cargos ni casilleros a donde encajar,
ni el nombre justo que me reserve ninguna ciencia.
Susy Shock
9
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
truoso altera el equilibrio de aquella “naturaleza” desbaratando los límites,
las reglas, las clasicaciones y coordenadas espacio-temporales. En otras pa-
labras, lo monstruoso abre un umbral que hackea el pensamiento dicotómico
al encarnar las fuerzas de lo indomable y la potencia subversiva de lo múltiple.
El monstruo acuerpa lo abyecto, lo aberrante, lo grotesco, lo intolerable, lo
aterrador; y con ese cuerpo desbordante interrumpe las matrices de inteligibi-
lidad para dislocar la norma.
En relación con lo anterior, es interesante remitirnos a la historia de la pa-
labra monstruo. En la voz española, el término deriva del latín monstrare que
signica exponer, revelar, mostrar y se conecta también al verbo monere que
reere a la idea de advertencia. Podríamos decir entonces que el monstruo, ex-
pone y revela la fragilidad del orden que una sociedad se ha dado a sí misma,
a la vez que advierte sobre la monstruosidad de ese mismo orden ya que, por
muy naturalizado y legitimado que esté, su función siempre es separar, jerar-
quizar e instrumentalizar. Es decir que lo monstruoso cuestiona nuestra visión
epistemológica del mundo y posibilita el señalamiento de lo excluyente y lo
exhaustivo de nuestros sistemas de categorización (Moraña, 2017).
En consonancia con lo anunciado, el presente Dossier está compuesto por
cuerpos-artículos que presentan a la monstruosidad como zona de contacto,
en la que el monstruo cincela un entre lugar, visibiliza e interrumpe el dogma
y se proyecta del monstruo individual a lo amorfo de la apertura hacia nuevas
posibilidades. En “Monstruos anatómicos: fetichismo cientíco y “errores de la
vida” en el siglo XIX” Nehuén Faggiano analiza, a partir de los casos de Sarah
Baartman (1789-1815) y Joseph Merrick (1862-1890), cómo la ciencia del siglo XIX
convirtió al monstruo en sinónimo de anormalidad, ya que históricamente se
han patologizado los cuerpos que no responden al “patrón” (siempre blanco,
masculino, heterosexual, esbelto y occidental). Este artículo nos exhorta a revi-
sar la distinción de Canguilhem entre monstruoso y monstruosidad para com-
prender mejor la forma en que la ciencia eurocentrada trabaja desde la mons-
truosidad, a la vez que inaugura una nueva comprensión de lo monstruoso.
Por otro lado, Héctor Daniel Aguilar Ramírez, en “Terror tropical: tecnolo-
gías de la monstruosidad al otro lado”, examina una selección de obras del
artista costarricense Roger Muñoz (1990), en cuyas imágenes analiza cómo la
alteridad y la monstruosidad se conguran mutuamente de manera situada. El
autor nos convoca a pararnos del otro lado para revisar cómo el terror tropical
devela las relaciones de dominación colonial y congura a la monstruosidad
como tecnología que determina y atraviesa cuerpos, territorios, roles de géne-
ros y relaciones de poder.
Las maneras en que las representaciones de lo monstruoso y los imagina-
rios del terror inciden, en la contemporaneidad, sobre las experiencias concre-
tas de precariedad, vulnerabilidad y exclusión son el eje central en el artículo
“Nadar de noche. Mito y realidad en Mañana siesta tarde Noche, de Mauro
Horacio Figueredo. En el mismo, el autor explora la dimensión performativa de
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
10
los universos, construidos a partir de mitos y leyendas regionales del nordeste
argentino, que plantea la miniserie misionera “Mañana siesta tarde noche”. El
texto busca tensionar la relación entre mitología, terror y realidad, y nos insta
a regurar al monstruo como un “articulador no solo del universo del miedo,
sino del reparto de lo sensible del mundo (Rancière, 2011)” (Figueredo, 2023).
A su vez, en “Desbordes y preguntas en torno a lo monstruoso”, María Mar-
tinengo reexiona sobre el neoliberalismo como un programa tanto económico
como sensible que mostrica a todxs aquellxs sujetos o grupos que cuestionan
la primacía del capital y la concepción del individuo (y su cuerpo) como recinto
escindido del cosmos. El artículo conjura la paradoja de la monstruosidad al
analizar por un lado lo monstruoso del sistema neoliberal, que marca ciertas
vidas como abominables y por tanto dispensables, y por otro al reivindicar las
monstruosidades construidas por ese mismo sistema, pues ellas nos enseñan
formas más colectivas y comunitarias de habitar el mundo.
De modo que en todas las voces aquí acuerpadas resuena el texto de la
convocatoria, el cual invitaba a reexionar sobre el arte como una práctica
del pensamiento que puede potenciar lo monstruoso, y promover interrogan-
tes que nos propongan seguir pensandonos, acoplándonos, diferenciándonos,
con-jugándonos, debatiendonos, ensamblándonos para preguntarnos: ¿Quié-
nes son los monstruos actuales? ¿Cuáles son sus promesas en tanto estallido
de los binarismos? ¿Qué entendemos hoy por monstruosidad y qué cánones
son los que desborda?
Esta editorial pretende desnaturalizar las ideas hegemónicas sobre los
monstruos, poner en escena las violencias que se esconden detrás de esas
construcciones, ampliar los horizontes de imaginación política e incentivar
al debate sobre concepciones más plurales de lo monstruoso. Es urgente en-
gendrar mutaciones artísticas que no sean operativas al sistema hegemónico.
Amar, y no amar, a lo monstruoso implica considerar lo que propone Rosi Brai-
dotti (2005): “El hecho de que el monstruo como elemento desestabilizador
sea valorado en términos negativos o positivos como lugar potencial de sub-
versión, no cambia la dialéctica de la otredad dentro de la que son construidos
estos otros como simultáneamente necesarios e indigeribles, inapropiados y,
por lo tanto, extraños” (p. 209).
Entonces, se trata de reivindicar nuestro derecho a ser monstruo, de culti-
var el devenir disruptivo de lo monstruoso y de aprender de las perspectivas
ancestrales los caminos para mejorar nuestra relación con la alteridad y con
lo “otro”. Continuar problematizando esencialismo, encarnar resonancias con
lógicas de la no inmediatez, interrumpir y desbordar los límites convencio-
nales que encorsetan existencias y modos de ser. Apostar a lo colectivo hoy
es monstruoso, romper el silencio mediático, trabajar contra los discursos de
odio y sus efectos de muerte es monstruoso. Aquí, nos resuenan las palabras
de Claudia Rodríguez cuando expresa que: “la monstruosidad, el fracaso, la
fealdad, la enfermedad, la intervención del cuerpo, la pobreza, la intervención
11
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
del cuerpo en la pobreza… me ha dado a problematizar y a asumir la mons-
truosidad en resistencia a estos discursos neoliberales, que incluso están en
nuestra mirada” (La pez en bici, 2018:14’52’’).
Convencidas de que las alianzas entre diferentes monstruosidades per-
miten irradiar redes de re/signicación e interdependencia que problemati-
zan los ideales normativos contemporáneos, proponemos un más allá de la
resistencia a las lógicas extractivistas. En palabras de Daniel Link (2005): “Hoy
lo monstruoso no convoca a un principio de inteligibilidad (el “sentido de la
vida”) sino a una ética y una estética de la existencia planteadas como una po-
lítica sobre lo viviente en el contexto de una transformación radical de lo que
somos (la “carne, el “espíritu” y el “alma”). Y en esa mutación antropológica
estamos todos implicados” (p.172).
Pao Lunch y Mariana Y. Olivares
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
12
Agradecimientos
El equipo de Trazos-Revista de Estudiantes de Filosofía agradece a Mariana
y Pao por la cálida y comprometida coordinación de este Dossier, y a todxs lxs
autorxs que contribuyeron con sus aportes en esta sección: Nehuén Faggiano,
Héctor Daniel Aguilar Ramírez, Mauro Horacio Figueredo y María Martinengo.
Además de estos trabajos invitamos a leer el Artículo de: Mariano Exequiel Mo-
reno y el Ensayo de: Florencia Mauna.
Asimismo destacamos la colaboración en las tareas de evaluación de: Ga-
briel Andrés Vinazza, Jesús Lee Vera, Marco Mallamaci, Julián Mónaco, Lucas
Diel, Iván Vanioff, Daniela Isabel Ortiz, Mariana Carrizo, Ornella Nerea Deni-
colai, Andrea Torrano, Guillermo Severiche, Claudia Pérez de Sanctis, Noelia
Perrote, Stephanie Colin, Vanina Rodriguez, Romina Rosales, Laura Gutierrez y
Agustina Wetzel.
Por último, despedimos y agradecemos especialmente a quienes formaron
parte de este proyecto colectivo todos estos años, colaborando had honorem
con su tiempo y dedicación: Eve y Jota, en el área de Edición; Leo y Carlos, en
el área de Diseño Gráco.
Dirección y Comité Editorial
13
TRAZOS - AÑO VII – VOL.II – DICIEMBRE 2023 - e-ISSN 2591-3050
Referencias bibliográcas
Braidotti, R. (2005) Metamorfosis. Hacia una teoría materialista del devenir.
Akal S.A.
García Cortés, J. M. (1997). Orden y Caos. Un estudio cultural sobre lo monstruo-
so en las artes. Anagrama.
Haraway, D. (1991). Ciencia, cyborgs y mujeres: La reinvención de la naturaleza.
Ediciones cátedras.
LA PEZ EN BICI. (2018). “Claudia Rodríguez, activista travesti chilena” [Vídeo on-
line]. Youtube: https://www.youtube.com/watch?v=zRmfuaT0_ig
Link, D. (2005). Clases Literatura y disidencia. Grupo Editorial Norma.
Moraña, M. (2017). El monstruo como máquina de guerra. Ibereoamericana.
Shock, S. (15 de mayo de 2024). "Reivindico mi derecho a ser un monstruo"
Eterna Cadencia. https://eternacadencia.com.ar/nota/-quot-reinvindico-mi-
derecho-a-ser-un-monstruo-quot-/3432
Cómo citar este artículo:
Lunch, P. y Olivares, M.Y. (2023). Desbordar las corporalidades: la potencia de lo
monstruoso en las prácticas artísticas. Trazos-Revista de estudiantes de Filoso-
fía, 2(7), 8-13